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Trabajo de campo en el Valle del Cauca y visita de la Universidad de Alicante 2/2

Posted on agosto 31, 2024

Durante el segundo semestre de 2024, continuarán las mediciones de campo, mientras se analiza simultáneamente el comportamiento del crecimiento con un mayor enfoque en las tendencias y las respuestas específicas de las diferentes variedades y entornos. Este enfoque permitirá verificar y perfeccionar los modelos de medición para alinearlos mejor con las observaciones de campo. La textura del suelo y las formas de crecimiento de las variedades están empezando a mostrar contrastes, siendo los suelos más claros los que presentan las tasas de crecimiento más elevadas. Además, se están analizando las formas de crecimiento en términos de la relación entre el número de tallos por metro lineal y el diámetro del tallo.

La campaña

La campaña de campo de recopilación de datos in situ comenzó el 24 de julio de 2024 y dio inicio a la extensa campaña de campo, capturando los primeros diez meses de desarrollo del cultivo de caña de azúcar. Actualmente, se visitan (bi)semanalmente 34 campos, donde se seleccionan dos puntos por campo, con el fin de medir la altura de la caña de azúcar, el diámetro, la biomasa fresca y el número de tallos por metro. Se utilizaron mapas históricos de productividad para seleccionar puntos tanto en una zona de baja como de alta productividad.

Del campo a FieldLook

En las primeras semanas de la campaña, se utilizaron notas de campo en papel para anotar las mediciones realizadas. Sin embargo, para ahorrar tiempo y evitar errores en la digitalización de los formularios, no se utiliza la app Fulcrum para recoger digitalmente los datos sobre el terreno. Tras la sincronización de los datos, se comprueba su calidad y se corrigen los posibles errores. Por último, los datos se cargan en la plataforma DINOSAR FieldLook, donde pueden visualizarse y analizarse.

Captura de pantalla de la visualización de los datos de campo recogidos en FieldLook, con las fotos de campo adjuntas en varios puntos temporales.

El proceso de medición del crecimiento de los cultivos sigue las pautas metodológicas establecidas por los científicos del Centro de Investigación de la Caña de Azúcar en estudios anteriores realizados en entornos similares. Sin embargo, estas mediciones se realizan ahora directamente en campos comerciales con mayor intensidad. Este enfoque tiene como objetivo mejorar la precisión de las mediciones de las variables de crecimiento y comprender mejor su comportamiento a nivel de cultivo, así como sus interacciones con diversos factores ambientales como el tipo de suelo, la altitud y la variedad.

La geolocalización de las estaciones de crecimiento mejora la estabilidad de los lugares de medición, que se marcan con precisión y se controlan semanalmente. Este enfoque facilita la calibración de las imágenes de los sensores remotos para captar con mayor precisión el crecimiento de los cultivos durante la fase inicial. Los análisis preliminares indican que la gestión del cultivo durante las primeras 8-9 semanas de crecimiento tiene un impacto sustancial en el ciclo global de producción, donde un comienzo vigoroso puede contribuir significativamente a mayores rendimientos de biomasa.

Las experiencias anteriores de los investigadores de la caña de azúcar han mostrado una importante dinámica de la población de tallos. Inicialmente, se produce una primera fase de crecimiento con un elevado número de tallos, seguida de un proceso de autoaclareo que conduce a una segunda fase de crecimiento, en la que los tallos restantes se fortalecen y, finalmente, llegan a la cosecha. Esta dinámica varía en función de la variedad y de las condiciones ambientales.

Cifras clave

  • Desde julio, se han pasado 88 días en el campo para recoger datos, repartidos en 20 semanas, (re)visitando los puntos de campo 790 veces.
  • En total, se ha medido la altura de las cañas de azúcar 23699 veces, lo que equivale a una longitud total de 7,63 kilómetros de caña de azúcar.
  • Para medir la biomasa, se pesaron 2.304 plantas, con un total de 337 kilogramos de biomasa fresca